En la escuela, algunos recuerdos
Parece que fue ayer cuando estaba en la escuela, inicialmente en el Santa Tereresita, de donde conservo muy pocos recuerdos nebulosos, como que mi caligrafía era espantosa y la profesora Adela sufría mucho intentando hacerme mejorarla; o los dibujos tan particulares que hacía, que solo yo interpretaba y que para presentárselos al profesor Ovidio debía ponerles un nombre en máquina de escribir. Hacía un garabato (para mí, con mucho sentido) y al frente debía escribirle: esto es una vaca. Luego, cambiado de domicilio, ingresar a una escuela pública, entrando a las 6:45 de la mañana con los zapatos negros bien lustrados, el pantalón azul bien planchadito en la plancha de carbón que mi abuela utilizaba en esos días, la camisa a rayas en todas las gamas del rojo (espantosa) pero que era la de rigor con todos los botones en su sitio. A alguien con mejor condición social y económica que la nuestra le es difícil entender esto. Para alguien de extracción popular, es no...